ETAPA 3 LA ESPINA - POLA DE ALLANDE

Etapa maratoniana, sin esperarlo. A pesar de las nueve horas de marcha la disfrutamos porque es, sin duda, una de las más bonitas del Primitivo.
En cuanto salimos de La espina nos encontramos con un terreno que faldea entre colinas, subiendo y bajando, por una senda de tierra bastante embarrada, pero que nos deja unos bellos paisajes.
Pasado Tineo debemos recuperar la cota novecientos, en una subida que ya se nota como dura. Entre bosques andamos casi toda la mañana, con bastante agua en algunas zonas haciendo el camino casi impracticable.
Como vamos con ganas y tiempo, nos desviamos para ver el santuario de Obona, que se encuentra en un estado de semiabandono.
En Villaluz salimos a la carretera y en el momento más inoprtuno hace acto de aparición el sol, golpeando fuerte en este terreno que no da tregua, ni abrigo.
Comemos copiosamente, y sin prisa, en Campiello, donde se han levantado varios albergues privados. Ya habíamos decidido previamente continuar hasta el siguiente pueblo, para acortar la jornada posterior.
En Borres nos encontramos con la desagradable sorpresa de carecer de sitio en el albergue, por lo que, tras meditarlo, varios de nosotros decidimos continuar ruta hasta Pola sin mochila, mientras el resto, que padecía ya las secuelas de un alrgo día, irían en taxi.
Esta  parte extra de la etapa es un sube y baja continuo con rampas importantes, y el terreno bastante húmedo. La senda va serpenteando por los lados de la carretera, más larga esta última, pero mucho más cómoda, ya que el desnivel que propone el camino es a veces muy importante.
Finalmente llegamos a Pola, después de un fuerte descenso, cansados pero satisfechos.








CRÍTICA CHICOTERA: Casa Herminia (Campiello)  fonda de carretera de toda la vida, con habitaciones, recuerdos castizos y menús económicos. Al llegar estaba el comedor abarrotado, lo que casi siempre suele resultar positivo (porque si no mal de muchos....). Estuvimos esperando apenas unos minutos mientras tomábamos una cerveza en la carpa exterior, al reguardo del sol.
El menú peregrino se basaba en el típico cocido local con sus carnes de segundo plato. Estaba bastante bien y el grupo comió copiosamente. El servicio (curiosamente nos atendió una joven camarera neerlandesa que hacía practicas de idioma mientras trabajaba) fue ágil y eficiente por lo que poco malo podemos decir del lugar.
Nos ofertaron unas habitaciones allí mismo a un precio módico y nuestro error fue, quizás, no haberlas aceptado y continuar camino.
Con pan y cocido se hace el Camino
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CRÍTICA CHICOTERA: Nueva Allandesa viendo como estaba el panorama decidimos reservar en este hotel de Pola, que Isidro ya conocía. Allí cenamos, dormimos y desayunamos por lo que caben tres críticas diferentes, que quizás sean una misma. Veremos.
Al poco de llegar conocimos al dueño que era de esos tipos, hechos a sí mismos, que igual te vende un coche que unas preferentes. En este caso nos vendió una cena que no queríamos, ni necesitábamos, por el volumen de viandas. Todo producto típico, la verdad es que bien elaborados y sabroso. Yo particularmente disfruté los sacramentos del cocido, y todos nos solazamos con el pastel de verduras. Pero ver tal cantidad de comida desperdiciada siempre te encoge el estomago, y el alma.
Sin duda un menú que hubiéramos disfrutado al mediodía
A la mañana siguiente, ya sin rastro del self-made man rural, el bar parecía más el camarote de los hermanos Marx que un local para tomar desayunos. O todos bajamos a la vez o el hacinamiento del local poco tenía que ver con la tranquilidad, el sosiego y el trato cercano que vendía el dueño.
Tú fíate de él que te llevará al lado oscuro


En la parte hospedera destacar que nuestra habitación, una doble que compartía baño con otra, era enana, y que debajo de las camas no habían barrido desde que se llamaba solo "Fonda Allandesa". Las toallas estaban todas raídas, dando una impresión muy mala. Muy justo para el precio que habíamos acordado, sin ver la habitación. La verdad es que después de como me la había vendido Isi me esperaba bastante más. Y el que espera desespera.
No apto para claustrofobicos ni para clientes XXL









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