ETAPA 2 CABRUÑANA - LA ESPINA

Salida con lluvia, cuesta abajo y por carretera, para enlazar en Cornellana con el Camino. La niebla hace acto de aparición por vez primera y apenas nos deja ver el asfalto.
En Cornellana paramos a desayunar y nos mezclamos con cazadores, trasnochadores y alguna excursión de domingueros. En la salida del pueblo disfrutamos del exterior de su abadía abandonada.Junto a ella se encuentra el albergue municipal.
Enseguida el camino se pone cuesta arriba. Comenzamos a encontrarnos con los bosques norteños y con pistas más pequeñas.
Antes de comenzar la subida al puerto de La Espina, hacemos un aparada en la amurallada Salas. Una de las más bonitas estampas del camino. Calles empedradas y hotel encastillado. Tomamos un refrigerio en un local donde la camarera, una joven asturiana, hacía gala del seco carácter norteño. La subida  es prolongada entre carretera y con abundante vegetación. Antes de llegar a Bedunaya sumamos a nuestra expedición a Cristina, que viene en coche desde Barcelona nos encuentra subiendo por la carretera.
Llegamos antes de comer al albergue de La Espina, dejando atrás el núcleo de Bodenaya. Allí mismo pasaremos la tarde y la noche




CRÍTICA CHICOTERA: Casa Aurelio en breves palabras, toda una experiencia chicotera. No he comido peor en  toda mi vida y el servicio fue surrealista. Para empezar ofertaban dos primeros y dos segundos en un menú, caro para la zona, de 11€. Me decanté, como la mayoría por las "patatas a la importancia". El problema fue que empezó a venir gente y en vez de decir que no había comida, a algún lumbrera no se le ocurrió otra cosa que echar más patatas y servirlas así, casi sin cocer. De segundo no me acuerdo ni lo que comí, pero recuerdo que estaba incomible y las patatas fritas que lo acompañaban hechas de cualquier maners, quemadas por fuera y duras por dentro.
Como remate pedí un arroz con leche y me lo sirvieron directamente congelado. Ante mi reclamación me trajeron otro postre insufrible.
La camarera era joven, inexperta pero trataba de ser amable. Bastante tenía la pobre con torear a Aythami. Pero a mitad del servicio la sustituyó una jerezana que solo se puede definir como la anticamarera. Su negligencia llegó a tal punto que no sabía cual de los cafés era el carajillo solicitado, y para descubrirlo, directamente metió la nariz en mi taza. Alucinante
No vayáis jamás!, ha obtenido más que merecidamente, nuestro mayor galardón:





CRÍTICA CHICOTERA: Pizzeria en La Espina. No he conseguido saber su nombre pero no tiene perdida. Apenas hay 3 bares en el pueblo. Lo más llamativo del bar eran las pizzas, y la camarera. Para conocer ambas deberéis viajar hasta allí. La comida rápida, a pesar de que la masa era congelada, tenía muchos ingredientes y estaba bastante bien. El servicio fue diligente y tan solo nuestra ansia de pedir y pedir sin medida hizo que se acumulara en la mesa una cantidad de comida desmesurada. A pesar de todo la cuenta fue bastante decente.
El servicio, como decía, fue bastante rápido y bueno, aunque alguno se quejó de que no nos hubieran avisado del exceso de comida que encargábamos. Se debían creer que todos comíamos como Aythami,
El ambiente era eufórico gracias a la salvación in extremis del Sporting en la ultima jornada del campeonato. Nos gustó tanto, el ambiente y la camarera, que después regresamos en busca de un gin tonic y un ultimo vistazo.
Para salir del apuro, y de comer también

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ALBERGUE EL TEXU: se trata de un albergue privado, lo que significa 10€ por peregrino. Nos instalaron en la parte de abajo, que como se ve en la foto, disponía de una amplio ventanal, o mejor dicho escaparate. Aún así la habitación era muy amplia para los ocho, incluyendo una zona de estar con sofás, aunque el baño resultaba escaso para ese numero de gente.
En general me pareció que no estaba sucio, lo que siempre es de agradecer en estos lugares.
Aprovechamos el exterior para tomar un poco el sol, aunque no estaba acondicionado más que con un banco de madera.
En la parte superior disponía de cocina y el desayuno estaba incluido.
La hospitalera resultó muy simpática y amable, quizás aburrida en ese pequeño pueblo necesitaba un poco de conversación amena.
No fue la espina del pueblo. Eso se lo dejamos a otros.

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