CRÓNICA TRANSANDALUS ETAPA 0

Poco a poco por tren, autobús y avión fuimos llegando a la capital nervionense los kangrenas.

Con las alforjas todavía limpias, el día pasó rápido entre reencuentros. Las ganas, acumuladas durante los doce meses previos, parecían contenidas, encapsuladas. Solo se daría rienda suelta a las mismas con  la adrenalina y los deseos de pedalear en libertad, que caracterizan siempre a la primera de nuestras etapas.
Calor, cañas y tapas para pasar un extraño día de turistas en Sevilla. Poco que contar mucho que sentir. La primera pedalada se acerca.



CRÍTICA CHICOTERA: Mesón Serranito (Sevilla) Típico restaurante de tapas para turistas, donde jamás caerías si fueras local. La carta enorme con todo tipo de platos, lo que provoca que unos salgan a su hora y otros a la de Canarias. La comida justita pero más que comestible. Lo peor es que nos pusieron en la entrada donde reinaba a sus anchas una pantalla plana que repetía en bucle una friki sevillana inaguantable e ininteligible, cantada por algún castrati demasiado agudo para el resto de la humanidad.
Compadre, ahí tienes lo tuyo:

CRÍTICA CHICOTERA: OASIS PALACE HOSTEL (Sevilla) La verdad es que las fotos se atienen bien a lo que es el establecimiento. Amplia habitación para doce personas, limpia, nueva y funcional. Animado hostel de ambiente universitario, con una soleada terraza-bar con piscina. Como principal pega las bebidas, de calidad botellón guiri, y la sospechosa temperatura de la pequeña piscina, será el sol, será el calor, será...
Por las jóvenes que pululaban por la terraza y nuestros sueños:
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