PREPARANDO LA TRANSALANDALUS

A tí, fiel lector que te preguntas: "¿Cómo se preparan los kangrenas para su próximo reto? ". Yo te respondo con un cuento:
Había una vez en un lugar muy, muy lejano, llamado Baqueira (o Saint Moritz, que ya no me acuerdo), dos cigarras llamadas J.J. y J. (Juanjo y Jesus). Estos dos kangrenas aprovechaban los últimos días del invierno para solazarse en las pistas esquiables del hemisferio norte, y así  subir el nivel de hematocrito en sangre, y de bronceado en sus cuidados rostros. J. hacía pases de moda de gafas de ventisca en las pistas color verde, mientras J.J. perseguía a los San Bernardos para quitarles el barrilillo que portaban al cuello. Estos dos capitalinos vivían ufanos, despreocupados, sin creer que un día la primavera llegaría y entonces deberían  dar cuenta de su trabajo físico en las calurosas arenas andaluzas.














Mientras tanto, en un reino Más cercano (e independient, nen!), sus compañeros polacos limpiaban sus vetustas bicicletas y día a día iban sumando kilómetros y kilómetros a sus piernas, con el fin de estar preparados para cuando llegara el día kangrena tan esperado. J.P. (sí ya sé que estos nombres, tan poco originales, no dan verosimilitud a la historia pero no todos se pueden llamar Kirmen, Hodei, Iraultza,Aiert.....vamos, nombres normales). Como decía, J.P. era sin duda el más laborioso de los tres y desde bien pronto, intuyendo el peligro, se puso a trabajar... en una casa hecha de ladrillos......(uy me lié de cuento...bueno... pues sigo por ahí). J.P. avisó a todos que estuvieran preparados, que el dos de mayo pronto llegaría, pero no tuvo mucho éxito.
Las noveles Yolanda y Espe se pertrecharon cuidadosamente, construyendo sendos adosados a la vera del Boss. Sin embargo Paco, que siempre estaba en otras cuevas, hasta que vio que llegaba el lobo no se puso a preparar su casita (hecha de hierro, por supuesto).
Por contra, Salva, aquel que no respondía ni al mail, ni al movil, ni al whatsapp, no se enteró de nada y para cuando llegó el día ni bici con ruedines, ni casa de paja (con perdón), ni nada de nada.Su señora, la pequeña gran mujer, le echó de casa con una mano delante de otra, y le comió el lobo mientras tarareaba a Bach.














A su vez, en una isla muy, muy lejana llamada Specializedlandia, vivía la princesa Auxi rodeada de sus malvadas amigas, y de su hermana (ay omá que rica!). Estas, muertas de envidia por sus viajes kangrenas, no hacían más que reprobarla para que se quedara con ellas, tumbada en la playa, dorando sus cuerpos al sol, untandose unas a otras crema solar mientras se ríen,se acarician y se besan... (¿tiene alguien un kleenex?). Bueno en fin que la malmetían para que no se fuera de viaje con el principe Isidro, aquel que cada día daba la vuelta a la isla dos veces con su fiel peluquero Derio. Isidro, llegado el día, se envalentonó, metió la ropa de los dos en un hatillo minúsculo que se echó al hombro, y se fue raudo a rescatar a su amada...una preciosa Specialized marrón y dorada. Y Auxi fue detrás del príncipe ñangla, murmurando: ¿por qué no le habré hecho caso a mis amigas?

Y os preguntareis: ¿Cómo preparaban la transalandalus los vascones Xabi y Jon?. Pues bien sencillo oyes pues Patxi, joder. Sus bilbaínas mujeres les preguntaban cada día: y hoy ¿qué harás? y cada día las respondían: entrenar y callar. Así que estaban sobreentrenados del quemazo que tenían por no tocar pelo. Correr, nadar, andar en bici, reunirse en el txoko, ver partidos del Athletic los lunes a las 22:00h... lo que fuera, con tal de estar fuera de casa para que sus mujeres no les echaran la matrialcal charla, y soñando con que llegara el día de estar rodeadas de hembras de otras etnias más proclibes al arrejuntamiento y al arrumaco (más conocidas como perracus perracae).

  


Y colorin, colorado, este cuento, TransAlAndalus 2014, apenas ha comenzado.....




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