Articulo colgado por El Payi en la red social de la Behobia. Si teneis tiempo ya sabeis.... ¡y a vosotros tambien os las publicamos!:
Dos ediciones consecutivas, dos experiencias
distintas, dos caras de la misma moneda, antagónicas y a la vez
complementarias. Dos carreras diferentes una misma sensación, estas han
sido mis behobias.
Del calor que derretía el asfalto, al frío tacto de los pies mojados
durante el calentamiento. De los nervios en la salida del principiante, a
la tranquilidad del corredor con algo de experiencia. De la euforia al
oír la cuenta atrás, a la concentración absoluta antes de pisar la
primera alfombra. Del pánico al perfil dibujado, a la seguridad en la
estrategia marcada a priori. De unos duras primeras cuestas en Irun, al
5000 más cómodo de mi corta carrera. De un Gaintxurizketa largo y
comedido, a uno escueto y competitivo. De unos toboganes que subían
mucho más de lo que llegaban a bajar, a una zona de recuperación. De
unos avituallamientos que no paliaban la sed infinita y el calor
sofocante, al refrescante regalo de la lluvia en los momentos más duros.
De una ascensión gloriosa, en volandas por el apoyo del gentío, hacia
el alto de Mirakruz, a unas rampas mudas ante el sordo dolor de los
gemelos. De un cambio ambicioso, en la cuenta atrás de la cuesta abajo, a
la maquinal y tiránica regularidad del pulsometro. Del dulce sabor,
ante el Kursaal, por la gesta al alcance de la mano, al agónico sprint
para arañar una mejor marca.
Y tras la linea de meta, un solo recuerdo lo inunda todo: el animo
sincero, generoso, embriagador e inacabable de la gente en el margen de
la carretera. Ellos son la Behobia, ¿yo?, quizás algún día.

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